lunes, 29 de diciembre de 2014

Los beneficios del porteo en vacaciones


Por aquí, en el hemisferio sur, estamos en plena época de vacaciones de verano. Mucha gente viajando con bebés y niños pequeños en micro, avión y otros medios de transporte. Si estás en esta situación este post es para vos.

Porque no sólo el traslado en sí es todo un reto, sino porque, vayamos donde vayamos, además necesitamos movernos, caminar y pasear. Y con bebés o niños menores de 3 años esta tarea no es nada fácil. ¿Verdad? Por supuesto, con el portabebé adecuado también se puede portear a niños aun más grandes.

Con mi familia estuvimos de vacaciones en Córdoba, Argentina. Viajamos en avión y ya en destino recorrimos las sierras y otros lugares hermosos donde sí o sí hay que desplazarse bastante. ¿Cómo solucionamos esto teniendo un hijo de 2 años? ¡Muy fácil! Con el porteo, claro.


Los chicos de esta edad quieren explorar, se dispersan, retroceden, juegan, etc. Al rato se cansan y piden brazos. O bien podemos estar en un espacio peligroso para que caminen. Por ejemplo, necesitamos recorrer un trayecto largo, con subidas y bajadas, con barrancas a los lados del camino, para llegar a un arroyo donde sí podemos dejar a los niños jugar sin restricciones. El portabebé nos ayuda muchísimo. Hacer ese mismo trayecto en brazos puede ser totalmente agotador. El porteo nos asegura: comodidad, seguridad, manos libres y, sobre todo, niños contentos.

En nuestras vacaciones nos hemos cruzado con muchas familias que llevaban cochecito. Muy incómodo para estos lugares. Las sierras y los cochecitos no son buenos amigos. Muchas veces, además, los bebés lloraban y terminaban en brazos, por lo cual el cochecito era un doble estorbo.


Y en el aeropuerto (o terminal) no hay mejor solución. Nos deja las manos libres para llevar pertenencias, nos asegura que el niño no se pierda en ninguna multitud, y es un gran aliado cuando se duermen. En este caso debemos sostener bien su cabeza (el cuello no debe moverse o caerse hacia atrás). Las mochilas ergonómicas tienen capucha para este fin, también muchos mei tai. Si usamos fular o bandolera podemos también cubrir sus cabezas.


Imprescindible: asegurarnos de tener un portabebé ergonómico. Para bebés que aun no se sientan solos (recién nacidos incluidos) lo ideal es un fular o una bandolera de anillas. Para los más grandecitos ya podemos usar también mei tai, pouch o bien una mochila ergonómica. Siempre en posición de ranita: las piernas abiertas, la cola más baja que las rodillas, la espalda levemente curvada (por eso las mochilas rígidas no son recomendables). Huyamos de las mochilas colgonas donde las piernas caen hacia abajo. Estas mochilas no son ergonómicas ni para el bebé ni para el que portea (dolores de espalda asegurados).

Si estás planeando tus próximas vacaciones: ¡no te olvides tu portabebé! Cualquier duda, aquí estoy. ¡Buenas vacaciones a todos!


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