miércoles, 1 de octubre de 2014

Los niños y el derecho a la verdad: ¿qué hacemos con Papá Noel?


En Argentina "hacer creer" a los niños en Papá Noel (Santa Claus / San Nicolás), los Reyes Magos y el Ratón Pérez (o el hada de los dientes) es una práctica ampliamente difundida y naturalizada. Navegando por ahí encontré incluso una nota de Clarín que nos enseña a los padres a forzar pruebas sobre la supuesta existencia de Papá Noel... 

Justamente sobre este tema tuve una conversación hace poco con un amigo. Él me decía que estaba en contra del consumismo navideño y de la figura de Papá Noel pero que ahora que era padre "lo entendía", porque veía la alegría en la cara de su hijo. Y he escuchado razones similares muchas veces.

Yo, en cambio, elijo no reproducir esta creencia. La ilusión de la época navideña, con las reuniones familiares y los regalos (o la magia de reyes, etc.) se puede mantener sin necesidad de mentir. Si enseñamos a nuestros hijos que mentir es malo, ¿por qué les mentimos? Justamente, educar con el ejemplo es un pilar fundamental en la crianza.

Justificamos esa acción en la "ilusión". ¿Pero no es cuestionable usar métodos con los chicos que no son aceptables con los adultos? Pensé mucho sobre este tema y llegué a una conclusión bastante básica: en la crianza, para mí, el fin nunca justifica los medios. Y no considero que la magia dependa de inventar una fantasía; la magia y la fantasía infantiles está en todos lados (sobre todo en su imaginación).

Para la educadora, pedagoga, científica, médica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, psicóloga, feminista y humanista María Montessori el mundo real es la base del aprendizaje y hay dos claves fundamentales, la primera es que el niño es absolutamente competente y merecedor de que se le trate como tal. Una de las maneras de demostrar esta competencia es entender que está preparado para conocer la verdad sin edulcorar. La otra clave es que el mundo es absolutamente mágico y maravilloso en sí mismo. Encontrar la magia en cada cosa y buscar su fascinante explicación contribuyen a estimular la curiosidad y el amor por el aprendizaje. Por esto en la pedagogía Montessori no se usan libros de fantasía ni figuras como las de los Reyes Magos o el Ratón Pérez


Laura Gutman en su t
exto Los niños y el derecho a la verdad (que da título a este post) cita a la pediatra y psicoanalista francesa Francoise Dolto: "Todo ser humano tiene la misma capacidad de comprensión desde el día de su concepción hasta el día de su muerte”. Y reflexiona: "(...) la verdad concreta dicha con palabras organiza el entendimiento de los niños y construye la estructura emocional sostenida por la lógica. Las palabras con sentido lógico son mediadoras entre los niños y el mundo. (...) Nuestras palabras no van a traerle ninguna noticia reveladora, simplemente van a confirmar lo que el niño ya sabía. Y eso es increíblemente liberador, además de aportarle mucha confianza; porque el niño constata que lo que siente y lo que los adultos nombran, coincide."

Por otro lado, está el componente ético. La navidad no sólo está asociada al consumismo sino también ligada al "buen comportamiento" de los niños. En este sentido, no sólo se oculta su naturaleza económica (que no es un hecho menor) sino también se utiliza como "premio", como especie de chantaje (lo cual no apruebo como método pedagógico). 

Por todos estos argumentos y algunos más, en mi familia elegimos no participar. Y si en algún momento mi hijo pregunta (cuando tenga la edad suficiente) le diremos la verdad.

¿Ustedes qué piensan? ¿Cómo manejan este tema con sus hijos?

3 comentarios:

  1. Nosotros hacemos exactamente lo mismo. Tenemos una hija que está por cumplir 6 años y sabe que no existe Papa Noel. Le llegan igual sus regalos (no nuestros, porque ya recibe bastantes para mi gusto) y vamos a las reuniones familiares por navidad. CERO problemas para ella.!!!! Y mi otra hija todavía no cumplió 3 años, pero haremos lo mismo.

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    1. Gracias por tu aporte, yo lo viví así siendo una nena y disfruté mucho la navidad de todos modos. El personaje no es el problema, el problema es la mentira.

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  2. Nosotros igual, siempre hemos dado a mi hijo los regalos como lo haciamos antes de que naciera, son los regalos de navidad o de reyes pero nos regalamos unos a otros. Ademas de las razones que apuntas para mi siempre ha habido una más importante: con el mito de los reyes magos o similar ofrecemos a los niños, desde pequeños, una justificacion moral de las diferencias socioeconomicas: los niños buenos tienes mas regalos, los malos menos...¿pero de qué depende en realidad que un niño tenga mas y mejores regalos? Da igual si eres el que tiene pocos ( y creces pensando que algo debes de estar haciendo mal) o el que tiene muchos ( y te congratulas de lo bueno que has sido)...

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